Bajo el nombre de “Bien Campero”, el profesional describió los detalles de este “criadero didáctico de cerdos a campo”, con la finalizad de producir lechones o capones, pensando en la elaboración el valor agregado artesanal.
“La idea es que sea un trabajo a pasto, apuntando a que los animales estén en un ambiente de bienestar, evitando la generación de efluentes que tienen su costo de tratamiento y el cuidado ambiental. Se apunta a incorporar lo económico social y sustentabilidad”, remarcó.
Las instalaciones son sencillas; según describió, se utilizan alambrados eléctricos, por cada madre en producción se arman lotes de 1000 a 1500 metros cuadrados. Una vez que la cerda está preñada se la lleva a esos lotes y pare en la paridera de madera y techo de chapa con paja.
“El animal permanece allí durante el periodo de lactancia (Entre 35 a 40 días), a los 7 u 8 kilos se desteta y en esa misma paridera se hace un corralito donde se recrían los lechones hasta el peso de faena (18kgs aproximadamente), que se come habitualmente para las fiestas”, señaló.
Con respecto a los padrillos, (se destina un 10% del plantel de cerdas), están en un corral especial con un alambrado fijo más el eléctrico y con tranqueras para facilitar el manejo. Además, añadió que el servicio es “natural”, las cerdas están 1 mes con el padrillo luego que se destetan; allí entran en celo dos veces y ahí “se reinicia” el ciclo.
“Hemos optado por hacer jornadas y un curso llamado saber de cerdos, junto con las universidades, senasa y otros organizamos. Son capacitaciones integrales para quienes comienzan con la actividad o productores establecidos que quieren mejorar alguna cuestión”, explicó el técnico.
Sumado a esto, dijo que los mismos productores también “han participado como capacitadores”, ya que resaltó que en el proyecto también toman conocimiento de la gente que trabaja todos los días en la actividad y expresó que en esa parte educativa les ha ido bien.
“Trabajamos con productores lechoneros que tienen a la actividad como un ingreso más, algo secundario y otros que se dedican a la elaboración de productos artesanales. Con vaivenes del rubro, en general han tenido continuidad y eso es algo que muy importante”, analizó Hegglin.
El interesante Proyecto de “Piscicultura”
En ese campo donde se lleva adelante el proyecto del criadero de cerdos, el Ingeniero comentó que desarrollaron piscicultura. El mismo cuenta con cinco estanques de cuarenta metro de largo y dos de profundidad y en estos momentos están en el “segundo ciclo de crianza”.
“En el primero sembramos pacú y sábalo. La idea es asociado con la represa salto grande con representación de su comisión técnica y la finalidad es desplegar especies autóctonas del Río Uruguay, con valor comercial, incentivando a que productores se inicien en esto”, manifestó.
Finalmente, dijo que sobre esta “novedad”, hay muchas consultas, llama mucho la atención y agregó que hay que pensar que tiene que desarrollarse la cadena comercial, aprender a producir.
“Hemos tenidos buenos resultados económicos, pero como toda actividad nueva hay que ir con cuidado, tomando los tiempos necesarios”, cerró.
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