Dialogamos con el Ingeniero Agrónomo de Chañar Ladeado Marcelo Grana, quien consumó un resumen de lo que fue el extendido cierre de cosecha gruesa 2016/2017, analizó la situación del trigo en la zona y brindó detalles de las expectativas para la actual campaña de siembra.
La campaña de soja terminó con altibajos, como es bien sabido, pero dentro de un plazo acorde a lo que permitió el tiempo. Por el lado del maíz tardío, que se ha sembrado en la habitual siembra de septiembre, hizo a que la madurez se haga más lenta y las condiciones del medio hicieron a la demora, según expresa el Ingeniero Grana.
“Las principales dificultades se dieron a través de la alta humedad de los ambientes, suelos complicados, entre las cuestiones más importantes y llevaron a una situación en donde varios lotes de maíz no se hayan terminado de cosechar, aun aunque son los menos”, Señaló.
En lo que respecta a la actualidad del Trigo, el profesional dijo que los lotes que se han hecho en general, son los de superficie de “campos altos”, donde los problemas de drenaje estaban superados y allí los cultivos evolucionan bien, manteniendo un crecimiento considerable.
Así mismo, habló sobre la posibilidad de encontrar dificultades: “Se ven algunas manchas foliares debido a la humedad, será cuestión de evaluar cada lote con el correr de los días y determinar si es necesario tomar medidas. En general os cultivos de trigo apuntan a un buen rendimiento”.
Expectativas para la campaña de gruesa
Entrando en plena siembra, le consultamos al técnico agrónomo sobre las expectativas que se barajan y las principales novedades de los cultivos:
“Se ve una tendencia mayor al maíz que en otros años, esto indudablemente tiene que ver con la idea de volver a incorporar rotación en los lotes. A pesar de que los costos de inversión son altos, la fluidez en la comercialización y el uso del grano para alimentación animal permite que este cultivo retome un poco el lugar que en otrora había ido perdiendo”, destacó.
Finalmente, resaltó que no hay que dejar del lado que el impacto de las inundaciones tiene una “paleta muy variable”, tanto en el orden físico, químico y biológico, puesto que la napa de agua por encima de la superficie de suelo impacta desde muchos aspectos.
“En cada lote se verán las condiciones, la pérdida de fertilidad, y se verá la tecnología a aplicar en cada tratamiento. Tenemos que trabajar en conjunto con los factores que influyen en la producción, son muchas las cosas a afinar que lleven a un resultado exitoso”, concluyó.